Una caja metálica de caramelos es la base de este proyecto, cuando los dulces se hayan acabado podemos reutilizar el envase para crear una bonita caja decorada. Es un proceso sencillo y fácil de elaborar, sólo necesitamos la caja de hojalata y un rollo de cinta adhesiva de aluminio.
Materiales:
- Cinta adhesiva de aluminio
- Caja metálica
- Una cuchara de plástico
- Un cúter
- Tijeras
- Lápiz
- Tabla de corte
- Cartulina
Procedimiento:
Cortamos dos tiras de cinta de aluminio de un tamaño mayor que la caja a decorar. Las pegamos sobre la caja y pasamos la cuchara de plástico para eliminar cualquier pequeña burbuja de aire y para pulir la superficie. La unión de los dos trozos de cinta apenas se notará.
Debemos de tener mucho cuidado cuando trabajemos con esta cinta pues los bordes son afilados y el pegamento muy fuerte, asegurarse bien antes de pegar.
Cortamos un tercer trozo de cinta de aluminio para pegar en el centro, sobre la unión. Nos ayudará a disimular la unión de los dos trozos anteriores y también nos dará mayor profundidad para el repujado.
Recortamos el sobrante de la cinta que sobresale de la tapa de nuestra caja. Repasamos de nuevo con la cuchara de plástico para pulir y disimular los bordes de la cinta que hemos pegado encima de todo.
Ponemos el patrón que hemos elegido sobre la cinta de aluminio y repasamos con un lápiz los dibujos que queremos marcar en la cinta.
Repasamos con el lápiz lo marcado para que quede bien labrado. Podemos añadir los motivos que queramos a nuestro gusto. También se puede añadir algo de color pintando con rotuladores sobre los dibujos, sin apretar demasiado pues marcarán el aluminio.
En el supuesto, habitual, que la caja que vayamos a usar tenga relieve colocaremos un trozo de cartulina sobre la tapa. Encima pegaremos la cinta adhesiva de aluminio.
Fuente: craftstylish.com
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